#

Hablemos de VIVIR-PLENAMENTE

Introducción


La Salud Mental es un estado de equilibrio entre la persona y su entorno. Abarca el BIEN-ESTAR emocional, psíquico y social. Influye en cómo piensa, siente, actúa y reacciona una persona y cómo hace frente a los retos de la vida a partir de sus capacidades.

Por el contrario, una salud mental deficiente afecta no sólo la salud física sino nuestra actuación general, la manera en la que afrontamos las situaciones que se nos presentan y los resultados que obtenemos. Hay sufrimiento y frustación, los cuales con la adecuada atención médica y terapéutica se identifican, trabajan y controlan.

Por lo tanto, cuidar y atender nuestra salud mental es muy importante y nos ayudará a Bien vivir, a disfrutar de la vida, a sentirnos satisfechos y felices, a Vivir plenaMENTE.
 
 
 

Autoestima e importancia del autocuidado


La autoestima es la opinión que tienes sobre ti mismo —cómo te sientes acerca de tus habilidades y limitaciones-. Cuando tienes una autoestima saludable, te sientes contento contigo mismo y te ves como una persona que merece el respeto de los demás.

Tener una autoestima sana empieza por aceptar quiénes somos, reconocer nuestras habilidades, logros y los méritos. Sentirnos orgullosos de lo que somos y hemos conseguido en nuestra vida porque ha sido fruto, única y exclusivamente, de nuestro esfuerzo y dedicación.

Una persona con autoestima sana reconoce que puede equivocarse, pero no tiene miedo porque los errores los ve como fuentes de aprendizaje; por el contrario, una persona con autoestima baja, quiere pasar desapercibido en todo momento y piensa que no puede conseguir nada. Evita los conflictos incluso cuando sabe que tiene la razón. Necesita siempre que otra persona le ayude, le impulse y justifique en sus decisiones.

Para cuidarnos es recomendable invertir tiempo en hacer cosas que nos hagan sentir contentos y satisfechos con nosotros mismos. Actividades que nos ayuden a mejorar, que nos hagan ver que somos capaces de lograr lo que queremos o de aliviar la mente y las emociones cuando tenemos preocupaciones, angustias, nos sentimos tristes.
“Lo que invirtamos a nuestra transformación positiva emocional, espiritual y físicamente, va a contribuir en la posibilidad de disfrutar la vida.”

El autocuidado implica darle al cuerpo y a la mente momentos de descanso y recreación:
Una idea clave es que, si tienes ganas de llorar, lo hagas. Recuerda que todas las emociones tienen una función y las que no se expresan pueden presentarse mediante síntomas físicos como migraña, gastritis, sensación de hormigueo, entre otras.

Hacernos las siguientes preguntas:
  • Esto que pienso, ¿me ayuda a sentirme mejor sobre mí?
  • Esto que pienso, ¿me genera confianza en la vida?
  • Las ideas que traigo a mi cabeza y habitan mi mente, ¿me hacen sentir calma y armonía?, ¿me sirven?, ¿me ayudan?, ¿me suman?
Además, ser más amable contigo, tratarte con cuidado y respeto te hará sentir más feliz y compasivo con los demás.
Háblate bonito, de manera positiva, esto te hace sentir mejor y generar nuevas metas.

Autocuidarse no es distraerse con todo lo que esté a tu alcance como la televisión, el alcohol o las drogas para no sentir dolor.

Inicia reconociendo que solo nosotros somos los responsables de nuestro propio bienestar y que se extiende más allá del contexto individual para incluir a todos los que son importantes para nosotros: nuestra familia y nuestra comunidad.
El truco es encontrar algo que realmente disfrutemos y que se ajuste a nuestra vida y valores.
 

1. Autocuidado Emocional


Asegúrate de estar conectados completamente con tus emociones. (sé exactamente que emoción tengo en cada momento o situación). Podemos sentir la tentación de rechazar sentimientos como la tristeza o la ira, pero es saludable sentirlos, aceptarlos y seguir adelante.
Las emociones no son «buenas» o «malas». No eres culpable por las emociones que sientes; de lo que Sí eres responsable es de cómo te comportas en respuesta a ellas.

Ideas de autocuidado emocional
  • Mantener un diario y ser totalmente honesto acerca de tus sentimientos.
  • Darse tiempo para reflexionar y reconocer lo que realmente no está funcionando.
  • Consultar a un terapeuta cuando sintamos que no podemos solucionar nuestros problemas solos.
  • Tomarse el tiempo para estar con un amigo o familiar que realmente nos entienda.
  • Aceptar las emociones sin juzgarlas.
  • Meditar.
  • Reír, viendo una película o videos.
  • Permitirse llorar.
  • Encuentra canales para expresar tus sentimientos: pintar, bailar, escribir.
     

2. Autocuidado físico


Se trata de atender a nuestro cuerpo físico y nuestra salud. La actividad física es importante no solo para estar en forma, sino también para ayudarnos a desahogarnos y a liberar el estrés.
  • Comer alimentos nutritivos.
  • Descansar.
  • Dormir lo suficiente.
  • Hacer ejercicio.
  • Tomar clase y aprender un nuevo deporte.
  • Simplemente dar una caminata.
     

3. Autocuidado intelectual


Tiene que ver con ejercitar nuestra mente, estimular el pensamiento crítico y la creatividad.
  • Leer un libro.
  • Hacer un rompecabezas o crucigrama.
  • Ser creativos: escribir, dibujar o tocar un instrumento musical.
  • Mezclar la rutina: tomar una ruta diferente para ir al trabajo, ir a una nueva tienda, o terminar la lista de pendientes en un orden diferente.
  • Comienza un proyecto que use las manos como tejido, costura o manualidades.
  • Aprende a hacer algo nuevo.
     

4. Autocuidado espiritual

 
  • Conecta con tus valores y lo que realmente te importa. Se relaciona con quién eres en tu interior.
  • Identifica aquellas cosas por las que agradeces.
  • Asiste a un servicio, ya sea religioso o humanístico.
  • Pasar tiempo en la naturaleza.
  • Lleva un diario de gratitud.
  • También, ayuda el decir afirmaciones que fundamenten el sentido de sí mismo y propósito.
     

5. Autocuidado Social


La conexión con otras personas es necesaria para nuestra felicidad. Nos ayuda a entender que no estamos solos. No se trata solo de hacer cosas con otros por el simple hecho de hacerlo, sino de elegir hacer cosas con personas que realmente nos hacen sentir bien.
  • Salir con amigos.
  • Conectarse con los que están lejos.
  • Unirse a un grupo de personas que comparten tus intereses.
  • Dejar de socializar con aquellos que no te hacen bien.
  • Iniciar una conversación con alguien interesante.
  • Inscribirse en una clase para aprender algo y conocer gente nueva al mismo tiempo.
  • Tenemos la idea de que el autocuidado es algo en el que tenemos que gastar dinero, pero no, la definición de autocuidado significa detenerse, reconocer nuestras necesidades y hacer algo por nosotros mismos que nos beneficie.
     
El autocuidado es un hábito que debemos fomentar cada día.
Inicia con una actividad e incorpora poco a poco nuevas. SÓLO POR HOY ten el propósito de cuidarte, de enfocarte en tus necesidades esto te llevará a tener mejores resultados y te ayudará a VIVIR-PLENAMENTE.