La pandemia de la covid ha cambiado nuestra manera de vivir de todos, rutinas diarias alteradas, presiones económicas, aislamiento social nos genera incertidumbre y por lo tanto altera nuestra paz.
El exceso de información, los rumores y la información errónea pueden hacer que te sientas sin control y que no tengas claro qué hacer.
La tristeza, como todas las emociones, tiene una función y una de las principales es la de adaptarse a cualquier pérdida significativa.
La tristeza produce una sensación de reducción de energía y entusiasmo por actividades de la vida que nos parecían placenteras, y suele hacer el metabolismo más lento.
El aislamiento introspectivo que produce ofrece la oportunidad de llorar, pensar y comprender la situación para poder retomar energía y planificar un nuevo comienzo.
Es posible que debido a la contingencia sanitaria puedas sentirte triste, desganado o abrumado; quizás sientas que el día pasa más lento o que no tienes la energía de siempre.
Estas son reacciones esperadas en esta situación y esta emoción sin duda pasará, así funcionan las emociones, vienen y van…
Existen formas de cuidado propio y de regulación emocional que te pueden ayudar durante la contingencia:
Si sientes que la tristeza te sobrepasa y presentas pérdida por el placer de la vida, cambios drásticos en el estado de ánimo, cambios en tus hábitos de alimentación y sueño o pensamientos de muerte, habla con alguien de tu confianza y busquen apoyo de un profesional en el área de salud mental o consulta a uno de nuestros psicólogos en línea, ellos te pueden apoyar.